El impacto contra el suelo mientras corremos afecta a un gran número de estructuras óseas (rodillas, tobillos, caderas).
La elección adecuada de un calzado deportivo minimiza estos impactos elevados que realizamos contra el suelo.
Esta elección dependerá del tipo de terreno en el que corremos, del peso del corredor y lo más importante, del tipo de pisada que tengamos.
El podólogo es el profesional que puede determinar el tipo de pisada realizando un estudio biomecánico y estudiando los apoyos y la forma de caminar.